Desaparición de niñas y mujeres: las “otras” Candela Sol Rodríguez

La desaparición de mujeres y niñas es uno de los temas de agenda principal de los medios y por lo tanto, de resonancia en la opinión pública en los últimos días. Candela Sol Rodríguez, la nena de 11 años desaparecida el lunes 22 de agosto en la localidad de Hurlingham, se convirtió en un caso paradigmático y es hoy titular de los principales diarios argentinos.

No existen estadísticas oficiales a nivel nacional sobre la cantidad de desapariciones de mujeres, pero organizaciones como la Agencia de Noticias Red Acción (ANRED) contabilizaron 600 mujeres y niñas desaparecidas en el año 2010. Candela Sol Rodríguez, María Cash, Florencia Penacchi y Erica Soriano son algunas de las mujeres ausentes conocidas de forma mediática, no obstante existen muchas otras adultas y niñas que aún se buscan. “Aumenta la desaparición de nenas de 11 ó 12 años secuestradas por las redes de prostitución”, afirmó Missing Children, organización dedicada a buscar chicos perdidos en Argentina. Según las estadísticas que maneja la entidad, el 62% de las personas desaparecidas es de género femenino, mientras que el 38% restante corresponde al masculino. En la actualidad, la organización se encuentra en la búsqueda de 210 niños, de los cuales el 58% son nenas de entre 13 y 17 años.  El 67% de los casos son de nenas del conurbano bonaerense, el 21% de la Capital Federal y el 12% restante integrado por el interior del país.

“Los casos de mujeres y niñas desaparecidas nos llegan cuando la familia consulta por lo que les sucedió y sobre los pasos a seguir cuando una de sus hijas no aparece”, explica a ACV Ñus la psicóloga María Lucrecia Ansaldi, integrante de la Asociación Civil La Casa del Encuentro y del equipo interdisciplinario del Centro de Asistencia Orientación y Prevención Integral en Violencia Sexista  y Trata de personas (CAOPI). “Consideramos fundamental que la foto y la historia de esa mujer sea difundida porque hay más posibilidades de encontrarla en los primeros momentos en que desaparece. Pasado el tiempo, las niñas y mujeres van siendo trasladadas y se pierde todo rastro posible”, completa la especialista.

“Hay muchos factores que sostienen la desaparición y posterior trata de mujeres para la explotación sexual. La demanda del cliente prostituyente que sostiene el negocio, la naturalización del consumo de los cuerpos de las mujeres por parte de la sociedad, la naturalización de la violencia hacia la mujer y la indiferencia de la sociedad hacia estas mujeres y familias. Hay diferentes sectores del Estado y de la sociedad que están implicados en este negocio ilícito y hace que no se dispongan los recursos necesarios para rescatar a las víctimas y desmantelar estas redes”, afirma Ansaldi. Según explica La Casa del Encuentro, en revistas y programas de televisión, se muestran los  cuerpos de las mujeres como objetos para ser consumidos.

La organización recibe además casos no tan mediáticos, como el de Sandra Mamani Llanos, la nena de 14 años desaparecida el 8 de agosto en Villa Lugano. La Casa del Encuentro acompaña también otros casos, como el de “Peli” Mercado, de 13 años, quien desapareció en La Rioja el 26 de abril de 2005; el de María Elena Moreno, de 19 años, desaparecida el 24 de abril en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el de María Cristina Quevedo Luquez, de 22 años, quien desapareció el 11 de diciembre de 2008 de Villa Madero, provincia de Buenos Aires.  Sus familias no sólo recurren a los instituciones como la Policía, sino también a las asociaciones que se encargan de la difusión de las desapariciones, lo cual permite, como plantea Ansaldi, que “las causas no sean tan fácilmente archivadas por los diferentes sectores de la Justicia como pasaba antes”. 


P.O. –J.R. 2

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